jueves, 26 de abril de 2012

RESUMEN CAPITULO 7 EL PENSADOR POSITIVO SE SOBREPONE AL DESALIENTO


El pensador positivo no se descorazona nunca? Claro que sí. Es un ser humano, sujeto a las alzas y bajas de los estados de ánimo, pero no se mantiene descorazonado porque ha aprendido a manejar este sentimiento.

El espíritu es variable, una mezcla de luces y sombras, alzas y bajas, alegría y melancolía, una variación rítmica de niveles.  Es más fácil dejarse llevar de la fase descendente del ciclo que mantener el espíritu en la fase ascendente, pues esto último exige deseo, voluntad y esfuerzo, junto con un patrón de pensamientos elevados.

Cuando baja, déjelo bajar, pero mentalmente  haga que su control mental restablezca rápidamente la dirección ascendente.  De esta manera, aun cuando el desaliento se presente a intervalos, usted no debe ceder a él ni aceptarlo permanente.

No es necesariamente un proceso fácil llegar a dominar el desánimo.  Requiere cierta técnica.  Es preciso entender las causas de las actitudes descorazonadoras.  Una vez que usted comprenda la variabilidad del espíritu, el paso siguiente consiste en desarrollar la comprensión de la ley del espíritu y entender los ciclos de los estados de ánimo.

En seguida debe usted estudiar técnicas prácticas y eficaces de aceleración espiritual.  Debe investigar y experimentar con diversos levantadores del ánimo hasta que encuentre procedimientos que le den buenos resultados y sean adaptables a las características especiales de su personalidad.

Podemos utilizar el desaliento para encubrir nuestros fracasos y racionalizar nuestra incapacidad para actuar con éxito. Así, nos podemos decir defensivamente: “Yo ya sabía que no sería capaz”. Y luego nos retiramos a las oscuras sombras de la mente y nos consolamos.

Por otra parte, existe en todas las personas, pero en unas más que en otras, lo que podríamos llamar una tendencia masoquista o de autocastigo.  Parece que tales personas necesitaran la autoflagelación, no en una forma dramática sino en la forma más leve de acariciar pensamientos sombríos y melancólicos.  Sienten cierta satisfacción encerrándose en la tristeza y la depresión.  Es cierto que esta reacción linda con lo anormal, pero no todo el mundo es perfectamente normal en todas sus reacciones.  Sin embargo si es posible ser normal, lo cual es uno de los objetivos del pensamiento positivo.

Cuando uno se muestra firme y decidido, una tendencia destructora inevitablemente y retrocederá, y si usted continua asumiendo el control, la tendencia al fin desaparecerá. Una segunda técnica es utilizar el silencio como lo describí en un plan que incluí en un folleto de 34 páginas, tamaño de bolsillo, titulado  10 Minutes a Day tú a Better Way, que han leído y practicando más de un millón de personas.

El plan cosiste en dedicar todos los días diez minutos a procesos de pensamiento cuidadosamente seleccionados.  El buen resultado dependerá de la regularidad con que se siga el método. Si se practica un día, dos días, tres días y luego se salta uno o más, se anulan los valores que traen los peridoso regulares y constantes de diez minutos.

Voy a darles una formula práctica, de tres puntos, para librarse de la depresión y el desaliento 1) ECHELO FUERA REZANDO. 2) HABLANDO DE EL, Y 3) PENSANDO. 
He indicado anteriormente  que en mi vida de trabajo he tenido la suerte de que no se me haya dado nunca un empleo fácil. He sido pastor de cuatro iglesias y cuando empecé, cada una de ellas estaba fuertemente endeudada, su feligresía   era   escasa, y su   futuro, lejos de ser prometedor, era más bien incierto.  Había, pues, tocando fondo; pero el fondo es un buen lugar para comenzar, puesto que el único camino para salir de él es hacia arriba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario