Los pensadores positivos dejan a un lado muchas
palabras. Suprimen toda palabra o expresión
negativa que les estorba para su crecimiento y desarrollo personal, tales como
el sí condicional, él no se puede, el
imposible. Sencillamente las arrojan
fuera de su vocabulario y de su pensamiento.
Una palabra negativa es símbolo de un concepto negativo que
puede ser perjudicial. Dejar de usarla
es de superior importancia. En efecto,
hasta vale la pena llegar al extremo de enterrar esas palabras generadoras de
fracaso.
Los pensamientos, ideas y conceptos que se alojan en nuestra
mente producen actitudes y creencias, y estas a su vez determinan si
triunfaremos o fracasaremos. Esa actitud
de “si yo hubiera” es una visión desconsoladora y totalmente ineficaz hacia
algo que ya paso: si yo hubiera comprado esas acciones, si no hubiera vendido
cuando vendí; si hubiera aceptado ese empleo; si yo no hubiera fastidiado tanto
a mi marido hasta que me abandono; si yo no hubiera tratado mal a mi mujer.
Estoy seguro de que el lector también podría producir algunos ejemplos. El
pensador positivo está libre de tan fútiles recriminaciones. El no piensa en lo que hubiera podido ser,
sino que tiene una idea mucho más vigorosa y enfocada al porvenir, llena de
esperanza y expectación. Es un
pensamiento dinámico:”La próxima vez”, y con este concepto obtiene ilimitados
resultados positivos. Si comete un
error, si no hace lo que debiera haber hecho, o hace lo que no debiera haber
hecho, le vuelve la espalda a lo pasado y dice simplemente: “La próxima vez lo
hare mejor, actuare con más cordura, La próxima vez tendré mejor juicio”.
Si usted realmente quiere saber cómo será dentro de cinco o
dentro de diez años, lo único que tiene que hacer es leer los pensamiento que
hoy dominan en su mente, Con el tiempo,
su patrón dominante de pensamiento activara a su alrededor fuerzas que producirán
las condiciones externas correspondientes a su pensamiento básico. Sus ideas forman el futuro. Los pensamientos se exteriorizan y se hacen
realidad. No podemos ver un pensamiento
pero si podemos comprobar sus efectos, y la suma de todos ellos produce un
resultado. A su debido tiempo usted
viene a ser precisamente lo que piensa habitualmente.
El pensador positivo triunfa en la vida. Abandonando las expresiones negativas ha
echado fuera de su vida una perniciosa enfermedad mental que se llama la expectación
negativa, la costumbre de esperar siempre cosas malas.
Expresiones comunes que indican expectación negativa son: “A
mí todo me sale mal”, “Ya sé que no poder hacerlo”, “Va a hacer un día pésimo”.
Hay personas que en realidad creen que nacieron para perder. Los padres de pensamiento negativo les hacen
un flaco servicio a sus hijos porque condicionan su mente para el fracaso,
aunque no sea esa su intención.
Si adoptamos ideas erróneas, también podemos
desecharlas. Si desarrollamos patrones erróneos
de pensamiento, en nuestra mano esta, si queremos, abandonarlos también. Y si
nos motiva una voluntad firme, podemos adoptar un estilo de vida nuevo, más
positivo. Hay un poder extraordinario en
la expectación creativa positiva.
Desgraciadamente muchas personas no ven los grandes valores
de la vida, debido a procesos lastimosamente tergiversados de pensamiento. Una de las principales razones por las cuales
yo escribo sobre la necesidad de tener fe y practicar el pensamiento positivo,
y triunfar finalmente sobre toda suerte y adversidades, es que yo creo en la
vida y la amo. Quiero estimular a los demás
para que también crean en ella y la amen.
tareas revisadas nos vemos en clase
ResponderEliminarY AL FINAL CUÁNTOS PUNTOS SACÓ?
ResponderEliminarJajajajajajajaja
Eliminarxd
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